Hay algunas veces que aunque estemos
actualizando el contenido de nuestras páginas web ha llegado el momento de
renovar su estética. Pero, ¿cómo sabemos si ha llegado la hora de renovar el diseño de la
página web? Pues en realidad podemos hacerlo por varios
motivos, ya sean simplemente estéticos o funcionales.
En el caso de los motivos estéticos, como en
todos los campos existen distintas modas, y el diseño web no es
ajeno a ellas. Una página que no ha renovado su diseño en cinco años puede
contener elementos que hoy en día simplemente parecen poco funcionales o
innecesarios.
Cuando necesitamos más funcionalidad para nuestra web.
Pero también cuestiones que afectan a su
funcionalidad, como puede ser el caso de no tener un diseño adaptativo, que permita
visualizar de forma más o menos correcta nuestra página desde distintos tamaños
de pantalla, desde los 4,5” de un smartphone a las 46” de un televisor, lo
cierto es que tenemos donde elegir.
Utilizar un gestor de contenidos para actualizar fácilmente la página.
También podemos apostar por un nuevo modelo de gestión,
pasando a utilizar por ejemplo un CMS, un gestor de contenidos, que nos permita
actualizar la página de forma más sencilla sin depender del diseñador web para
ello. O mantener nuestra página pero añadir un blog corporativo, donde podremos
llevar a cabo las actualizaciones e integrar el nuevo contenido.
¿Cambio radical o pequeños cambios progresivos?
Lo importante es que la transición que realicemos sea
transparente para el usuario. Por ejemplo, se pueden hacer
modificaciones y adaptación en el código para que se incorporen nuevas
funcionalidades sin que haya un gran cambio estético. Después podemos ir
introduciendo pequeños cambios que al cabo de un tiempo den lugar a una página
totalmente nueva.
Un nuevo diseño para estrenar página web.
La otra alternativa es plantear el cambio
total, de manera que cuando cambiamos estrenamos página web. Aquí
depende mucho de la fidelidad que tengamos de los clientes, ya que muchos de
ellos pueden estar acostumbrados a navegar por nuestra página y hacer las cosas
de una determinada manera.
Aquí en el caso de las tiendas online con clientes
fidelizados quizás lo mejor es no hacer cambios radicales,
mejorando aspectos de usabilidad y diseño, pero sin que cambien de ubicación
los menús o haya una reordenación de todos los elementos a menos que sea
absolutamente imprescindible.
Lo importante es que la inversión que vamos a realizar
tenga un rápido retorno, ya sea en forma de nuevas ventas en la
tienda online o a través de la llegada de nuevos clientes que ganamos por un
mejor posicionamiento de la web.
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