Internet se ha convertido en un canal de absoluta
relevancia para los negocios. Se calcula que hoy en día el 40% de la
población mundial tiene Internet, lo que significa que hay más de 2
mil millones de usuarios navegando por la Red. El comercio electrónico o el
comercio a través de Internet es una actividad que proporciona a las empresas
una base expandida de clientes potenciales, un tiempo más rápido de respuesta y
nuevas formas de hacer negocios. Al mismo tiempo, los consumidores y usuarios
en la Red buscan, comparan y contratan a diario y sin restricciones físicas y
geográficas, estimulados por la necesidad de adquirir productos y servicios de
forma inmediata y al menor precio posible.
1. Riesgos que
genera el comercio electrónico:
Las tecnologías de la información y la comunicación
nos simplifican la vida pero también nos generan problemas y plantean retos, a
decir:
>La inexistencia de una presencia física
simultánea del empresario y del consumidor y usuario en la contratación por Internet
dificulta la exacta identificación del primero, lo despersonaliza (problema de
opacidad).
>Las transacciones a través de la Red facilitan
la invasión de la intimidad y privacidad personales de los internautas, y la
utilización indebida o sin su consentimiento de información de carácter
personal.
>Es necesario reforzar la confianza de los
internautas cuando emplean Internet y las nuevas tecnologías, especialmente,
asegurando la validez y eficacia de los contratos que celebran empresarios y
consumidores por la vía electrónica; garantizando la seguridad de los pagos a
través de Internet; y reforzando la eficacia de los documentos electrónicos
como prueba ante los tribunales de justicia.
Estos inconvenientes y retos han preocupado al
legislador europeo, seguido por el nacional, y han justificado el diseño de una
legislación cuyo objetivo final es proteger al consumidor internauta, visto
como la parte más débil de la relación comercial. En España, dicha legislación
(ver página 3 de la presentación adjunta a esta entrada) establece un conjunto
de deberes de información para el empresario, y reconoce ciertos derechos y
garantías al consumidor, como a continuación comentaré brevemente.
2. Deberes de
información del empresario:
Cuando el empresario titular de una página web (sea
o no una plataforma e-commerce o no) realice algún tipo de actividad económica
utilizando Internet, deberá esencialmente cumplir con cuatro deberes de
información:
>Deber de identificación e información general
>Deber de información sobre cookies
>Deber de información en el proceso de compra
on-line
>Deber de información en sus comunicaciones
publicitarias
Respecto del deber de identificación e
información general, la ley obliga al empresario a
identificarse de forma permanente, fácil, directa y gratuita, y a permitir el
acceso dicha información a sus usuarios cuando visitan su web (deberá indicar,
especialmente, su nombre o denominación social; DNI o CIF; domicilio, email,
teléfono, fax, formulario de contacto; datos de inscripción registral; si
cuenta con las autorizaciones administrativas previas en caso de ser necesario;
los códigos de conducta a los que se hubiere adherido voluntariamente; y los
datos de colegiación y título académico de los profesionales que ejerzan
actividad regulada).
El deber de información sobre
cookies consiste
en impedir que los gestores de páginas webs instalen una cookie en ordenadores de sus usuarios, a
menos que estos hayan dado antes previamente su
consentimiento informado. Hay cookies que son necesarias para el funcionamiento
normal de la web o que mejoran la experiencia de navegación (por ejemplo, las
cookies técnicas, las cookies de personalización del interfaz o las cookies de
seguridad) y hay otras cookies que persiguen recoger datos sobre nuestro
comportamiento y hábitos de navegación (cookies de analítica, cookies de
control de publicidad y cookies de seguimiento).
Son estas últimas las que se consideran
invasivas de nuestra privacidad online puesto que actúan como herramientas que
llevan a cabo “acciones de espionaje” para conseguir información sobre los
hábitos de navegación del usuario y utilizar los datos personales obtenidos sin
su consentimiento, con fines comerciales. Por este motivo el legislador
preocupado por la privacidad de los internautas permite el uso de cookies solo
en determinadas circunstancias (siempre que se informe de su existencia y
finalidad, y se solicite el consentimiento del usuario para su instalación de
modo previo). En cambio, para la instalación de las cookies que son necesarias
para el funcionamiento normal de la web o que mejoran la experiencia de
navegación únicamente es necesario informar, de modo previo, su existencia y
finalidad.
El deber de información en el
proceso de compra on-line persigue
que el empresario guíe al consumidor debidamente durante el proceso de
contratación electrónica, y le permita conocer, con carácter previo las
condiciones generales y particulares que se someta, en su caso, el contrato.
Por ello, el empresario debe ofrecer información clara y comprensible sobre el
bien o servicio ofertados; los trámites para celebrar el contrato; el precio
final a pagar con indicación de impuestos y gastos de envío; las garantías
ofrecidas; una dirección para presentar reclamaciones; el idioma del contrato;
el archivo y accesibilidad del contrato para el consumidor. Debe además
confirmar la recepción de la aceptación para contratar formulada por el
consumidor.
Si el empresario hace publicidad por vía
electrónica tiene que cumplir determinados deberes de información respecto
de tales comunicaciones publicitarias. Así, el anunciante
deberá identificarse claramente, y el carácter publicitario de su mensaje debe
resultar inequívoco. Si se realizan ofertas (descuentos, premios y regalos),
concursos o juegos promocionales, el anunciante debe informar claramente las
condiciones de participación. En caso de enviarse la publicidad por correo
electrónico o mensajes SMS el empresario debe obtener con carácter previo, la
solicitud o autorización expresa del destinatario, e identificar el mensaje con
la palabra “publicidad” o “publi”.
3. Derechos y
garantías del consumidor que contrata por Internet:
El empresario está obligado frente al consumidor a
entregar productos y a prestar servicios conforme a lo pactado en el contrato.
Goza el consumidor de un derecho de desistimiento o renuncia a contratar que
puede ejercer en el plazo de 14 días naturales, y el derecho de solicitar la
reparación o sustitución del producto, y la rebaja del precio, cuando haya
falta de conformidad.
4. Protección de
datos personales:
La protección de datos de carácter personal es un
derecho fundamental reconocido por Constitución española (artículos 10.1 y
18.4) que atribuye al consumidor y usuario, siempre que sea persona física, el derecho y la facultad de
controlar sus datos (quien los tiene) y de disponer y decidir sobre los mismos
(como los trata quien los tiene).
Debido a que Internet se basa actualmente en un
conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas de modo
multidireccional, un considerable volumen de información de carácter personal
es tratado permanentemente. Las empresas que gestionen, reciban, guarden,
transmitan o traten de cualquier forma esos datos de carácter personal están
obligadas al cumplimiento de la estricta normativa existente en España sobre la
materia, caracterizada por la sobreprotección del usuario.
El objetivo de la normativa sobre protección de
datos responde a la necesidad de proteger todos los datos de carácter personal
para que no sean utilizados de forma inadecuada, ni tratados o cedidos a
terceros sin el consentimiento inequívoco del titular de los mismos.
Se han establecido un conjunto de obligaciones en
relación con el tratamiento de datos personales. Una de ellas es la
obligatoriedad de inscribir los ficheros en el Registro General de Protección
de Datos de la Agencia
Española de Protección de Datos con
anterioridad a su uso, lo que permitirá a los titulares de los datos poder
conocer quiénes son los responsables de los mismos ante quienes poder ejercer
directamente los denominados derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación
y Oposición).
Tengo que recordar que se puede recopilar y
procesar ingentes cantidades de datos personales de los usuarios a través de aplicaciones móviles (“apps”). Por esa razón los
desarrolladores de estas aplicaciones y las personas que realizan actividades
económicas por Internet utilizando apps, deben ser conscientes sobre los
requerimientos legales que tiene que cumplir en materia de protección de datos
personales a fin de mantener la privacidad, controlar la seguridad de los
datos, y preservar la reputación de los usuarios.
A modo de
reflexión final, señalar que la finalidad del comercio electrónico no debería
ser hacer una venta, sino ganar y conservar un cliente. Para sacarle el máximo
provecho a Internet y lograr el objetivo mencionado es necesario comprender y
cumplir la legislación en materia de nuevas tecnologías.
FUENTE:
http://www.lenguajejuridico.com/aspectos-juridicos-basicos-del-comercio-electronico/
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