miércoles, 4 de noviembre de 2015

Importancia de las Redes Sociales en el Comercio Electrónico.





En mi opinión, las redes sociales significan una nueva forma de comunicarse, de vender, e incluso, me atrevería a decir que son una nueva forma de vida. Ya no se concibe la vida sin escribir un tweet, a los consumidores nos gusta consultar las opiniones de otros sobre los productos que deseamos, muchas ofertas de trabajo se publican en las redes, publicamos selfies en Facebook, exponemos nuestra trayectoria laboral en Linkedin, convocamos a las masas a través de estas herramientas… Todos los campos caen en la seducción de las redes sociales.

¿Qué es lo que tienen para causar tanto impacto en nuestras vidas? Es fácil de entender. Se puede colaborar para crear contenidos, podemos encontrar cualquier información que busquemos, somos libres de opinar, de saber lo que otros opinan, incluso podemos averiguar los deseos de los demás…

Y en el comercio electrónico, ¿cómo influyen?  También es fácil de entender. Se pueden crear nuevos contactos profesionales, contactar con futuros compradores, obtener publicidad “gratuita” o al menos más económica, fidelizar a nuestros compradores, crear nuevos negocios y profesiones relacionadas con el comercio electrónico, romper las barreras geográficas…

¿Podíamos antes de que aterrizaran las redes sociales conocer lo que ocurría en tiempo real desde el lanzamiento de un producto? ¿Podíamos hacer llegar nuestro mensaje a miles de personas con un solo click? ¿Podíamos llegar tan rápido más allá de nuestros familiares y amigos? La respuesta es no. Llegar al otro lado del mundo era cosa de las grandes empresas o solo para ideas revolucionarias. Sin embargo, ahora podemos crear un producto en España y venderlo desde el primer día en China, Canadá o Rusia. Podemos vender un producto común desde y a cualquier parte del mundo.

¿Quién no pensó alguna vez que era el único al que le gustaba o que le podría gustar un determinado producto porque sus círculos más cercanos no lo valoraban o lo veían absurdo? De repente, llegan las redes sociales y descubrimos que quizás en muchos kilómetros a la redonda aquello que nos inquietaba “solo” a nosotros, lleva inquietando un buen tiempo a otras muchas personas que también se creían “solas”.

¿Qué empresa no ha pensado alguna vez en lanzar un producto y ha temido el riesgo de invertir en algo nuevo y ha creado estudios para ver cómo podría reaccionar la gente? Ahora es fácil. Podemos incluso preguntar nuestros clientes cómo mejorarían ellos nuestros productos con una simple pregunta en una página de Facebook o un tweet. Podemos obtener miles de respuestas en poco tiempo. El ahorro de tiempo y dinero es incalculable.

Incluso podríamos decir que, gracias a las redes sociales, nuestros productos se venden solos. O mejor dicho, nuestros clientes satisfechos los venden. Si, lo que oyen, con sus recomendaciones, opiniones, comparaciones con otros productos, ayudan a que los que estaban indecisos, inclinen la balanza definitivamente a nuestro favor.

También podemos saber de nuestra competencia más fácilmente. Podemos conocer si realmente sus clientes están satisfechos con sus productos. Podemos averiguar qué se les escapa a los otros para poder cubrir ese vacío. Una buena forma de atraer nuevos clientes.

Por otra parte, si miramos las estadísticas acerca de dónde se busca información antes de comprar, podemos ver que el principal canal es Internet. Además, dentro de Internet, tal y como se puede ver los gráficos, los buscadores y las redes sociales tienen un peso importante. Por eso, si tenemos bien desarrollada una estrategia que nos posicione adecuadamente en los buscadores y lleve fácilmente a los compradores a nuestras redes sociales, y en éstas damos a conocer nuestros productos, nuestras formas de pago, ofrecemos confianza y seguridad a nuestros clientes, etc., podemos atraer y fidelizar clientes de una manera sencilla y efectiva.

Además, si analizamos las causas por las que no se compra en Internet, se observa que los principales motivos son ver el producto y la seguridad. A través de las redes sociales esto se puede trabajar dando a conocer nuestros productos, hablar de la posibilidad de probarlos con una devolución gratuita, que los posibles compradores vean que otros clientes han quedado satisfechos, hablar sobre las formas de pago seguras que ofrecemos, etc. Además, a través de estas herramientas se puede mantener el contacto con los clientes antes y después de las compras, transmitiendo la seguridad de que en caso de que exista una incidencia siempre estaremos dispuestos a escucharles y ofrecerles explicaciones y soluciones.

También resulta interesante observar que dentro del grupo de personas que todavía no ha comprado nunca por Internet existe entorno a un 25% de internautas que seguramente o probablemente sí se animarán a comprar a través del comercio electrónico, así como analizar las causas por las que comprarían en Internet. Esto igualmente se puede trabajar a través de las redes sociales informando de la posibilidad de pagar contrarembolso, de las ventajas de nuestros precios con respecto a la competencia, lo diferente de los productos, la facilidad de compra sin pedir muchos datos, etc. 

En conclusión, las redes sociales nos permiten comunicarnos con clientes actuales y potenciales, nos ayudan a transmitir seguridad en el comercio electrónico, nos permiten dar a conocer nuestros productos con publicaciones que pueden llegar a ser virales, ahorrar en estudios tanto sobre nuestros productos como sobre la competencia, fidelizar y en general, desarrollar nuestro negocio. Es fundamental, por tanto, trabajar adecuadamente con ellas y diseñar una buena estrategia de marketing.

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