jueves, 30 de abril de 2015

Tendencias demográficas y socioeconómicas que afectan al turismo.



El turismo se ha transformado radicalmente en los últimos años, fruto de múltiples cambios que se han generado en el mundo, tanto en el ámbito demográfico, económico y tecnológico, como desde el punto de vista de los gustos y motivaciones de los propios turistas.

Desde el punto de vista demográfico, las poblaciones de los mercados tradicionales (europeos, norteamericanos y japoneses), que han dominado los flujos turísticos en las últimos décadas, están envejeciendo, lo que tiene un reflejo en los gustos y las necesidades de estos turistas, que cada vez son más mayores.

En la última década también han cambiado mucho las estructuras familiares, con la aparición de nuevos modelos familiares(como pueden ser los padres solteros), que tienen necesidades específicas cuando viajan. Hay que conocer las necesidades de los nuevos modelos familiares y personalizar la oferta para cada uno de ellos.

Otro grupo poblacional que está cambiando el sector son los Milenians. Se denominan así a los jóvenes nacidos entre 1981 y 1995 (aproximadamente), que tienen un concepto diferente de viajar al de sus padres y que demandan una comunicación y unos servicios muy diferenciados.

Por otro lado, en el plano económico, la globalización ha hecho que los viajes sean hoy  más asequibles para mucha gente, debido a la mayor oferta y competencia y a la reducción de los costes de los vuelos. Fruto de la globalización, también han surgido nuevos mercados emisores de turistas, que tienen unas características diferentes a los tradicionales. Las nuevas economías emergentes de China, Rusia, India o Brasil están generando nuevos flujos turísticos que hay que conocer y saber atender.

China se ha convertido en uno de los principales mercados emisores en el ámbito mundial, tanto por el número de turistas que emiten, como por el alto gasto turístico que generan (pueden gastar 900 euros en cada compra). Sus turistas tienen necesidades muy especificas que es importante conocer para lograr que queden satisfechos y que nos ayuden a prescribir el destino o la empresa turística que usan (las recomendaciones de otros turistas es uno de los factores más importantes para los chinos a la hora de elegir donde viajan).

En los últimos años también han surgido nuevas formas de viajar, relacionadas con la emergente economía colaborativa, donde los usuarios comparten  recursos y servicios turísticos entre sí. Plataformas como Airbnb, Uber o Blablacar son solo algunos ejemplos de la gran cantidad que están surgiendo a diario y que en algunos sectores están poniendo en jaque a los operadores tradicionales de estos servicios.

Esta economía colaborativa no solo responde a una necesidad de reducir costes, en una coyuntura económica difícil en casi todo el mundo, sino también a la búsqueda de opciones que encajen mejor con las necesidades específicas de determinados turistas.

Algunas familias prefieren alojarse en una casa particular, porque aparte de salirles más económico, tienen más espacio, una sensación más acogedora y elementos más personalizados que cubren mejor sus necesidades concretas (cocina, lavadora, videojuegos). Ya se están viendo movimientos en el sector de los hoteles para cubrir este tipo de necesidades, como BeMate, la iniciativa de Kike Sarasola, fundador y presidente de Room Mate, que se ha metido en el alquiler de apartamentos.

Otro de los factores que más ha influido en los viajes, ha sido los cambios en los hábitos de consumo y la forma de viajar de muchos turistas. Estas son algunas tendencias que han tomado fuerza en los últimos años:

>La vida urbana, cada vez más estresante, incide en la demanda, por parte de los turistas, de productos relacionados con la salud, el bienestar o la espiritualidad.

>Las sociedades más avanzadas dedican más tiempo al ocio y a los hobbies, lo que se refleja en la búsqueda de este tipo de actividades durante las vacaciones.

>El diseño y la elegancia cada vez son elementos más demandados.

>Los turistas no quieren productos estándar. Quieren tener un margen de personalización y que su experiencia sea singular y adaptada a sus gustos y necesidades.

>La influencia de la cultura y filosofía oriental se traduce en la búsqueda cada vez mayor de destinos, gastronomía, decoración o terapias relacionadas con oriente (como pueden ser la meditación, el yoga o la acupuntura).

>Los turistas buscan experiencias que les aporten un valor añadido. Toman importancia actividades donde se pueda aprender algo nuevo o que permitan conocer mejor la cultura local. Los turistas ya no quieren ser meros espectadores, quieren ser protagonistas de sus vivencias.

>La alimentación ya no se entiende simplemente como una necesidad, sino como una actividad de ocio atractiva y sofisticada. En los últimos años hemos visto el boom del turismo gastronómico.

>El concepto del lujo ha cambiado. Hoy en día es un concepto vivo, flexible, que se define dependiendo de cada persona. La autenticidad y el valor añadido que ofrecen al cliente, son nuevos criterios de lujo.

>Los turistas tienen cada día más conciencia social por el medio ambiente y un interés genuino en conocer e involucrarse con la cultura local.

>Las compras se han vuelto una de las principales motivaciones a la hora de viajar. La irrupción de turistas con altos gasto turístico (como los de China, Rusia o Oriente Medio) ha generado un nuevo concepto de turismo de compras que tiene un alto impacto económico en el destino.

Destinos y empresas turísticas tienen que conocer muy bien estas nuevas motivaciones de los turistas, para adecuar producto y servicio.



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