lunes, 20 de octubre de 2014

El Marketing Experiencial en hoteles.



Vender experiencias:

Vender experiencias es lo que se hace cuando se afirma y se publicita que nuestro producto no es solo un producto sino una experiencia.

El ejemplo típico en turismo es una habitación de hotel. Muchos hoteles insisten en que lo que venden no es solo alojamiento sino que es una experiencia. A lo que se refieren aquí es que los espacios que ofrece el hotel, la programación de eventos o actividades dentro de las dependencias del hotel o la preparación y cultura del personal crean una experiencia total para el cliente que resulta mayor que la suma las partes.

Ya hemos hablado antes en este blog de como es interesante no vender experiencias utilizando esta etiqueta de forma oportunista, si no que es importante ofrecer, de verdad, experiencias valiosas.

Marketing experiencial:

Cuando se habla de marketing experiencial a lo que nos referimos es a un tipo de marketing que busca crear una conexión emocional entre la marca y el cliente que hace que éstos se conviertan en fieles entusiastas de esa marca, dispuestos a compartir con otros su experiencia con ella.

En el marketing experiencial no se trata de comunicar los beneficios de un producto si no de crear esa conexión emocional utilizando una variedad de estrategias y apelando a todos los sentidos posibles que provoquen una inmersión emocional del usuario.

Continuando con el ejemplo de los hoteles: cadenas jóvenes como W Hoteles hacen marketing experiencial con naturalidad. W Hoteles ha decidido destacar por su diseño vanguardista y acepta correr más riesgos que el resto de cadenas no contratando a diseñadores especialistas en hoteles si no a los más audaces diseñadores del momento.

Este compromiso con el diseño les obliga a mantener su mobiliario y decoración permanentemente renovado. Para tener una cantera de nuevos diseñadores organizan unos premios de diseño anuales que, además, sirven para atraer visitas a sus instalaciones de un público local interesado en diseño.

Los Hoteles W no están vendiendo de esta forma ninguna experiencia pero si que están creando un ambiente vibrante entorno al diseño que, combinado con otros elementos del hotel que hacen referencia a la moda o a la música, crean una experiencia especial que su cliente aprecia de modo que querrá repetirla y compartirla con los demás.

En el sector hotelero en general hay movimiento hacia lo experiencial. Ellos están en contacto con el cliente alojado en sus instalaciones y esto les da una gran oportunidad de añadir ese extra especial del que estamos hablando.

Algunos de los hoteles lo están intentando vendiendo experiencias conectadas a la estancia del hotel. En este artículo anterior del blog comentábamos 5 casos de proyectos experienciales en grandes hoteles.

De estos 5, 4 eran ejemplos de hoteles vendiendo experiencias: cenas en lugares muy especiales en el caso de Four Seasons, rutas fotográficas en los Intercontinental, rutas en Ferrari en los Waldorf Astoria y una guía de experiencias locales hecha por expertos en el caso de Westin.

El quinto caso, el de los Hoteles Renaissance, es un ejemplo de marketing experiencial y supone un paso más en la búsqueda de un producto más específico, espontáneo y susceptible de ser compartido, intentando alinearse con los gustos del nuevo cliente.




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