El marketing de contenidos es una de las disciplinas que forman
parte de cualquier estrategia de marketing inbound,
ya que el marketing inbound es una
especialidad del marketing digital que permite convertir tu público objetivo en
cliente efectivo a
través de establecer una relación de confianza previa a la compra.
En el presente artículo queremos centrarnos en
la producción en masa de contenidos únicos y de calidad, que sean 100% atractivos y apreciados por vuestro público objetivo.
Si el contenido es el rey, sin duda la constancia es la reina, así que este
matrimonio suele ser siempre una garantía de éxito.
En el presente artículo hemos querido compartir parte este procedimiento estandarizado.
Propuesta
comercial:
Resulta evidente, pero antes de empezar a
escribir debemos entender la propuesta comercial de nuestros clientes. Es
importante conocer todas sus líneas de negocio, productos y servicios.
Valor
añadido y diferenciación:
Ya que el contenido estará orientado a
diferenciar a nuestros clientes de su competencia, será muy importante conocer
cuáles son sus factores de diferenciación y el valor añadido que nuestros
clientes aportan a sus clientes.
Experiencia
e implicación:
Siempre es interesante tomar como punto de
partida casos de éxito, experiencias positivas o negativas, valoraciones de
clientes que tengan una relación comercial de larga duración con nuestros
clientes, etc. Esto nos ayuda a detectar puntos fuertes, débiles, o aspectos
sensibles que debemos tratar con delicadeza. Conocer el grado de predisposición
tanto de los responsables del negocio como del staff en participar en la
creación del contenido es importante. Su implicación directa siempre aportar
verdad y verosimilitud.
Público
objetivo:
Por supuesto, disponer de un perfil del
consumidor nos ayuda a ajustar nuestra propuesta de contenidos. No se trata de
hacer un gran estudio socio-económico de nuestros clientes, en muchas ocasiones
basta con saber las motivaciones de compra..
Elección
de temas:
Siempre es importante tener un árbol de temas,
es decir, realizar una selección de temas y agruparlos según una jerarquía de
mayor a menor importancia para el público objetivo. Realizando este ejercicio
te darás cuenta que existen temas muy similares pero los cuales podrás abordar
desde diferentes perspectivas.
Competencia:
Si tenemos que diferenciarnos de la competencia
será importante no perder de vista el tipo de actividad que tienen en sus redes
sociales, blog, newsletter y otros canales de comunicación.
Autores
de referencia:
Todo el mundo tiene sus propios referentes,
estamos seguros que todos vosotros tenéis en mente alguna empresa o profesional
en el que os gustaría veros reflejados. Siempre es bueno aprender de los demás,
no se trata de copiar ni de adaptar, sino de entender otros puntos de vista
para enriquecer nuestra opinión.
Formatos
de contenido:
Una vez
tengáis esta información tan solo faltará saber los formatos del contenido.
Existen todo tipo de formatos en los que elegir. El arte reside en elegir el
tipo de formato y acertar con la ejecución del mismo. Nosotros os ofrecemos
algunas ideas: libros blancos e infografías, revistas digitales, artículos de
opinión del blog, webseminars y conferencias, recursos educativos, unboxings y
demostraciones, coleccionables, aplicaciones móviles, etc.
Crear el
hábito:
Antes
hemos hablado de la constancia, pues bien, la constancia es la herramienta que
nos permitirá crear el hábito en nuestro público objetivo. Es decir, procura
emitir tus contenidos siempre el mismo día, esto ayudará a que tu audiencia
pueda crear un habito de lectura.
Conoce
el momento cero de la verdad:
Os hemos hablado muchas veces del momento cero
de la verdad (ZMOT). Se trata del periodo de tiempo que transcurre desde que
nuestro cliente detecta la necesidad de comprar un producto o servicio hasta
que realiza el acto de compra. Durante este periodo de tiempo el cliente esta
100% receptivo a recibir información que le ayude a elegir que producto o servicio
se ajusta a sus necesidades. Deberás optimizar el contenido para que sea útil
durante este periodo.
Emisión
de contenidos:
Te
recordamos que todo contenido debe ser multicanal, es decir, que deberás
ponerlo a disposición de tu publico objetivo y tus clientes a través de todos
los canales que tengas a tu disposición, como por ejemplo: web, blog,
newsletter, redes sociales, revistas asociadas, foros, etc.
Invitar
a la acción:
El contenido no es altruista y debe estar
orientado a provocar una reacción en vuestros clientes. ¿Qué tipo de reacción?
Pues en primer lugar debes capturar como mínimo el nombre y el e-mail para no
perder el contacto y amortizar parte de la inversión. En segundo lugar
cualquier reacción de tipo social que permita divulgar de forma viral el
contenido en las redes sociales. Y por último y más deseado las acciones que
acercan a tu cliente al proceso de compra, como por ejemplo registro, carrito
de compra, petición de presupuesto, y por supuesto la compra en sí misma.
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