HOSTELTUR noticias de turismo alertaba hace unas semanas del riesgo de convertir tu hotel en un commodity, a lo que
se sumaban las tres lecciones que ejemplificaba Airbnb y que los hoteleros
deberían aprender del P2P. Para José Óscar López,
director de Financiación, Planificación y Desarrollo de GAT Gestión de Activos
Turísticos, “el servicio que
prestamos los hoteleros está cada vez más comoditizado y el único camino para
ser elegido es diferenciarse brindando una experiencia única”.
Y es que, explica José Óscar López, “el cliente es activo y quiere
sentirse protagonista, nos demanda sentirse único. Ya no sólo
quiere utilizar los servicios de un hotel, también está dispuesto, porque se
siente parte, a apropiarse del sentimiento de marca, participar en la comunidad
de la marca, mantener un diálogo permanente con el oferente de servicios, y crear un vínculo especial
generando un círculo virtuoso más allá del momento del consumo”.
Ante este panorama, añade, “el proveedor de
servicios, aunque es más propio decir ‘de experiencias’,
debe ser capaz de aportar sensaciones, generar estímulos para vivencias
especiales; en definitiva convertirse en un ‘anfitrión recordable’.
Debemos crear una experiencia que deje huella, hoy más que nunca: si eres uno más, terminarás siendo uno menos”.
En este nuevo entorno la llamada “gestión de la comunidad” pasa a desempeñar un papel
estratégico. Para José Óscar López “no basta con crearla, se debe
retroalimentar, tomando acciones en función del conocimiento del cliente
utilizando para ello las plataformas de social media,
convirtiendo al cliente en co-creador de los servicios que contrata. En
definitiva ‘gestionar la tribu’ orientando al negocio hacia sus
especiales necesidades y gustos”.
No obstante hay que tener en cuenta que “esta
definición es estratégica: no podemos al mismo tiempo ser parte de varias
tribus de un modo creíble y sostenible. Por ello, la identificación de la oportunidad más rentable para las características de nuestro
establecimiento y el desarrollo de las que hagan a la vivencia en él única y
recordable y por tanto repetible y recomendable, es vital para el éxito de
nuestra estrategia
de diferenciación”.
De hecho, concluye, “es la única vía para poder
capturar la tendencia en cada momento y así poder adaptar el producto ofrecido. Las estancias de los clientes son cada vez más cortas y fugaces,
el placer es efímero y la satisfacción recurrente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario