El Bio-Hotel. El hotel sostenible en todos los sentidos.

El concepto del Bio-Hotel no se sostiene en otro más importante que la sostenibilidad en sus tres ejes fundamentales: su propia construcción y consumo energético, la protección del medio-ambiente y el incentivo del consumo responsable, pero además el concepto Bio-Hotel cobra valor porque se desprende de una nueva forma de vivir, de pensar, de viajar, una nueva forma que poco a poco-algunos consumidores antes y otros más tarde- buscamos y valoramos, el cuidado y la preservación del medio ambiente y la naturaleza.

Austria, Alemania, Suiza, los pioneros de los Bio-Hoteles y los mayores consumidores de ellos, llevan más de 10 años de camino recorrido y hoy nos pueden dar lecciones a seguir en el amplio ámbito de los hoteles-bio.

Bio-Hoteles ¿en qué se distinguen?

Ubicación: 

Los bio-hoteles están construidos en zonas rurales, en el campo, cerca o rodeados de naturaleza. Están alejados de carreteras, aeropuertos, centros comerciales o discotecas. Ofrecen vistas al campo, a la naturaleza virgen, las montañas, cascadas de agua o lagos. Suelen estar rodeados de jardines, huertas propias y hasta corrales de gallinas, ovejas, y cabras.

Construcción: 

En la construcción de Bio-hoteles se usan materiales ecológicamente sostenibles, por lo general materiales de la región, que mantengan la armonía y la arquitectura de la zona en donde se encuentran. Se racionaliza el uso de la energía. Muchos Bio-hoteles cuentan con placas solares, sistemas de recolección de aguas residuales, sistemas de calefacción geotérmica y estufas de madera. La mayoría cuenta con suelos de madera, revoques de barro y muebles de madera maciza. En la construcción tanto del hotel como de los muebles intervienen trabajadores y carpinteros locales, de esta manera no solo se mantiene la tradición local, además, se crea empleo en la propia comunidad.

Ambiente y decoración: 

El bio-hotel debería ser libre de humo, en su lugar el ambiente debe oler a hierbas, pan casero, aceites, frutas y especias. En numerosos Bio-hoteles se ha prohibido la televisión e Internet como una medida que apuesta a la desconexión disfrutando más del entorno natural. Los ambientes están decorados con alfombras hechas a mano o elaboradas de la manera tradicional. Las almohadas y cojines de espelta y la ropa de hogar y telas decorativas suelen ser de algodón orgánico. Para perfumar y decorar los ambientes se usan bolsas de lavanda, velas de cera de abeja e inciensos.

Cocina: 

Esta es una parte importante del bio-hotel, ya que desde la cocina se contribuye a la sostenibilidad turística desde varios aspectos; al consumo responsable porque la cocina del hotel-bio trabaja solo con productos locales y de temporada, además, en la cocina-bio no se usan frutas, ni verduras, ni carnes que hayan sido transportadas desde otro lugar. Numerosos Bio-hoteles ofrecen platos principalmente vegetarianos enriquecidos con alimentos integrales. Los que incluyen carne son de agricultura orgánica.

El Bio-hotel se provee de alimentos de productores y agricultores locales. Los lácteos y derivados provienen de agricultores locales y los vinos de viñedos regionales o cercanos. De esta forma se contribuye a la generación de empleo local, cumpliendo con un eje importante de la sostenibilidad; el compromiso social.

Los hoteles Bio suelen incluir en su carta platos y recetas elaborados de forma tradicional, reivindicando de esta forma la comida regional y contribuyendo a la protección del patrimonio cultural gastronómico.

Spa, tratamientos de salud y actividades físicas:

Los Bio-hoteles con spa utilizan cabinas de madera y piscinas de agua sin cloro para refrescarse. Para los tratamientos faciales y corporales se utilizan productos orgánicos. Los hoteles Bio-wellness ofrecen actividades y ejercicios de relajación como el yoga, la meditación y el Qi Gong.

Regulaciones y certificaciones BIO para establecimientos hoteleros:

“El Bio-Hotel hace bien al hombre y al medio ambiente“, esa es su consigna y desde esta premisa parten todas sus líneas de acción y estándares de calidad. Estándares de calidad que son meticulosamente controlados para que el nombre BIO no se convierta en un “cliché”.
Actualmente en Alemania, el sistema de control de estándares Bio, tiene el objetivo principal de reducir las emisiones de CO2, de esta forma los bio-hoteles pueden medir sus emisiones y trabajar en su reducción. Además las organizaciones que ofrecen certificaciones ecológicas vigilan especialmente el consumo y la procedencia de la energía y del agua en los establecimientos hoteleros.

Otras establecen estándares BIO  para los insumos del hotel, productos de spa, hasta los productos de limpieza, decoración y ropa de cama.
Y por supuesto, en la  la cocina se vigila el origen Bio de todos los alimentos, la procedencia de ellos y la elaboración de platos y recetarios. Existen varias organizaciones que regulan y conceden o no certificaciones BIO en la cocina de los hoteles.

AbCert, Ehc, Austria Bio Garantie, Bio Inspecta y Bioland, son algunas de ellas.

En cuanto a los hoteles, la asociación pionera en gestionar, promocionar y certificar Bio-hoteles en Europa es BIO HOTELS, que agrupa hoy casi 100 bio-hoteles en 8 países de Europa. La asociación controla los estándares Bio de todos sus establecimientos hoteleros y además, de forma sorpresiva, realiza visitas a los hoteles acompañados de organizaciones a nivel europeo, de esta forma si el BIO-hotel no cumple con algún estándar de calidad requerido, deja de pertenecer a BIO HOTELS.

Mucha organización, conocimiento y 10 años de ventaja que se notan y que marcan un camino que muchos países del mundo ya están siguiendo y que creo que – llamémosle Bio, Eco o Smart Tourism-  en líneas generales, es una de las más importantes direcciones en que la industria turística debe encaminarse para lograr parte de la ansiada y necesitada sostenibilidad del sector.