Cada vez que abrimos un periódico o que ponemos el
telediario escuchamos la misma cantinela: crisis, paro, deuda… Vamos, que con
tanta mala noticia, entran ganas de meterse en la cama y taparse por completo
con el edredón. Menos mal que nos quedan las redes sociales, ese gran reducto
de “buenrollismo”.
En Social
Media, para enamorar a tus fans y seguidores, no hay nada como apostar por el humor. Parece que la información y
el entretenimiento son la pareja de moda, esta conjunción es sinónimo de éxito.
Nos encontramos en un punto en que las marcas para diferenciarse deben confiar
en la creatividad y enfrentarse a nuevos desafíos, para ganar hay que arriesgar
(y es que los que nos dedicamos a la comunicación y nos va la innovación, no
hay frase que más detestemos que la de “hasta ahora siempre lo hemos hecho
así”).
Apelar al humor, además de generar engagement (la
última palabra de moda, que bien podemos traducir por compromiso o
implicación), también es una poderosa herramienta que consigue captar la
atención de aquellos que aún no se habían acercado a la marca. No hay nada como
utilizar el humor para conseguir que un mensaje se vuelva viral.
¿Ejemplos de
éxito en el uso de redes sociales? Sólo tenemos que fijarnos en la labor que realiza
el responsable de Social Media y Community Manager de la Policía, Carlos Fernández Guerra. Otros ejemplos
los encontramos en las marcas Movistar o Renfe,
quienes también son todas unas expertas a la hora de sacar a la luz su lado más
cómico.
¿Por qué funciona tan bien el humor? Pues porque a
la gente le gusta relacionarse con compañías humanizadas,
es decir, que se note que detrás de ellas hay personas y no máquinas que se
limiten a lanzar asépticos mensajes corporativos. En definitiva, se trata de
mostrarse cercano, pero sin caer en el chiste por el chiste, el mensaje debe
tener sentido.
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